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jueves, 31 de diciembre de 2015

¡Año Nuevo!

Hoy escuché decir que un año nuevo está por llegar; yo no entiendo mucho, sé que todos estos días han sido de fiesta en casa, con ricas comidas y muchas visitas.
 
Luego dijeron que debemos de hacer propósitos para el año que viene; enlistar cosas que queremos y cumplirlas, eso es muy fácil para mí, porque mis propósitos puedo cumplirlos siempre:
 
1. Jugar
2. Comer todas mis croquetas
3. Ser feliz con mi familia
 
Y si se puede ir al parque todos los días aunque no sea sábado o domingo ¡mucho mejor!
 
¡Feliz Año Nuevo!
 
¡Guarf... guarf!

 

jueves, 24 de diciembre de 2015

El monstruo blanco (Final)


Angie llegó y puso la cara que pone cuando me porto mal; ella sabe que soy un poquito traviesa, pero también supo que mi intención era cuidar de ellos. Volvió a abrazarme  y  dijo muy seria que yo no debía de tener miedo en casa porque nuestro hogar es el mejor lugar del mundo.
Me explicó que el árbol disfrazado que me dio tanto miedo es un símbolo de Navidad y que muchas familias ponen uno en su casa cuando todos se juntan, comparten una cena y los regalitos.
¡Yo me puse a llorar! ¡Mi intención era defenderlos! Angie volvió a abrazarme y pedirme que no llorara, porque no debíamos llorar en Noche Buena cuando todos estamos juntos. Así que alentó a los niños a ayudarla a levantar el árbol y arreglarlo de nuevo  para que se viera tan colorido como estaba.
El árbol de navidad quedó de pie después de un rato, un poco chueco, pero otra vez encendieron sus luces, y yo, ¡ya no le tuve miedo!
Al poco rato, empezaron a llegar los invitados; al recibirlos, los niños contaban una y otra vez que yo había derribado al árbol, y todos reían y me hacían cariños.
Pasamos una linda noche; ellos cenaron un delicioso pavo,  yo comí mis croquetas de pollo, y justo a la media noche empezaron a repartir los regalos. Angie me dio una cajita forrada con un papel brillante, me ayudó a abrirlo y adentro venían ¡dos pelotas y un hueso de plástico para jugar!
¡Guarf… guarf! ¡Guarf… guarf! ¡Ladré muchas veces para decirles que estaba feliz, que sentía mucho haber derribado el árbol y que la Navidad es muuuuuuy bonita!
¡Feliz Navidad! ¡Guarf, guarf!

 

miércoles, 23 de diciembre de 2015

El monstruo blanco (Parte 5)


Más tarde toda la casa empezó a oler a comida deliciosa; los niños se pusieron muy guapos con unas bufandas de colores como la de las cajas de regalos, la mesa estaba puesta, Angie me abrazó y me dijo que todo estaba listo para esperar a nuestros invitados.
Fue a cambiarse y me encargó que cuidara todo. Entonces, ya con su permiso, decidí enfrentarme al monstruo para que no nos fuera hacer daño a nosotros ni a nuestros invitados.
Le volví a gruñir ¡grrrrrr! Y en eso, el monstruo cambió de colores, yo pensé que era una forma de decirme que estaba listo para pelear, así que le ladré y me fui encima de él.
Mi hocico agarró lo que pudo: unas tiras brillantes  que rodeaban  al monstruo y algunas figuras que colgaban de él resultaron  ser adornos en forma de copos de nieve, de estrellas y de pinos. Parecía que sí había un árbol debajo del monstruo, porque cuando logré derribarlo, pude ver el tronco y las ramas verdes de abajo que estaban cubiertas de blanco.
¡Oh…oh! Era un árbol disfrazado de monstruo blanco al que yo le había ganado la batalla. Pero ya no pude sentirme feliz de haber ganado porque los niños llegaron y se pusieron muy tristes al ver al árbol de navidad en el suelo...
(Continuará)

 

lunes, 21 de diciembre de 2015

El monstruo blanco (Parte 4)


La familia despertó muy temprano, todos estaban muy contentos, dijeron que era “Noche Buena” y la Navidad, la mejor época del año. Yo estaba un poquito cansada, no dormí mucho, me la pasé vigilando al monstruo blanco, pero cuando apaga sus luces no me da miedo.
Angie dijo que iba a preparar la cena, que debía portarme bien porque vendrían invitados esa noche. Entonces se encendió el monstruo, lleno de luces que cambiaban de color, como si fuera un robot, me dio muuucho miedo otra vez.
Todos estaban de muy buen ánimo. Cantaban mientras se preparaba la cena y de vez en cuando se detenían conmigo para hacerme algún cariño.
Luego trajeron unas cajas de colores que pusieron debajo del monstruo, Lalo dijo que eran regalos y que había uno para mí, ¡wow! Me emocioné mucho porque ya quería ver mi regalo. No me gustó que lo dejara tan cerca del monstruo así que fui a rescatarlo, y poco a poco con mis patitas, empecé a empujar las cajas de los regalos lejos del “árbol de navidad”
¡Callieeeeeeeee! ¡Gritó Angie al verme! ¡Oh…oh! Creo que no le gustó que moviera esos regalos, le quise explicar que era para ponerlos a salvo, se lo dije varias veces con un ¡Guarf...guarf…guarf! pero estaba muy ocupada para entenderme,  solo regresó las cajas al pie del monstruo y volvió a pedirme que no me acercara...
(Continuará)

 

martes, 15 de diciembre de 2015

El monstruo blanco parte 3


Otra vez me acerqué muy despacito al “árbol” y con mi hocico alcancé a agarrar una pelota muy brillante que estaba colgada. Además, marqué mi territorio para que le quedara claro que no lo quiero en mi casa.

¡Guarf…. Guarf! ¡Creo que gané! el árbol no hizo nada más que quedarse ahí quieto, sin luces porque ya era muy noche, yo estaba muy contenta y esperé a que Angie despertara para decirle que no había peligro, yo podía con el monstruo blanco sin ayuda de nadie.

¡Oh, oh! Cuando despertó y vio que deshice la pelota brillante y marqué territorio ¡me regañó!  Yo pensé que iba a ponerse muy feliz.

Me abrazó y me acercó al árbol para decirme otra vez que no tuviera miedo. ¡Grrrrrrr! Volví a gruñir. El monstruo encendió sus luces en ese momento, pero con Angie cerca no pude hacer nada.

Volveré a esperar a que se quede apagado y ya verá ese monstruo que yo soy muuuuy valiente.

¡Guarf…guarf
 

domingo, 13 de diciembre de 2015

Monstruo blanco parte 2


Me acerqué con mucho cuidado, en silencio. Todos estaban dormidos y yo pegada al suelo: despacio, muy despacio hasta llegar a él para que no fueran a escucharme.
El monstruo seguía en la sala, sin moverse, se veía diferente con las luces apagadas. Ya no parecía querer atacarnos, pero yo estaba lista para defender mi casa y mi familia.
¡Grrrrr! ¡Guarf….. grrrrrr…. Guarf!
Gruñí y ladré lo más quedito que pude, pero Angie me escuchó, de inmediato, se prendió la luz y vino hasta mí. Repitió otra vez que no me acercara al “árbol”
Obedecí y me alejé de ahí, pero hice un plan. Esta noche volveré a intentar acercarme para dejar bien claro que aunque soy pequeña ¡soy muy valiente! y yo defiendo a mi familia.
¡Guarf… guarf!
Continuará…..

 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

El monstruo blanco (parte 1)

Angie llegó muy contenta a casa con un graaan árbol. Yo no puse atención y me fui a jugar al jardín. Me extrañó que no me llamara como otras veces para que entrara a comer; cuando me cansé de jugar decidí ver qué pasaba y me encontré con un graaan monstruo blanco en la sala.
 
¡Guarf... grrrrrrrrr.... Guarf! Ladré frente al monstruo que parecía iba a  atacarnos: lleno luces de colores y hasta de música.
 
¡Ladré más fuerte para avisarle a la familia que había un intruso en casa, pero nadie me hizo caso!, todos estaban muy contentos; luego, se acercaban al monstruo para tomarse fotos con él.
 
¡Grrrrrrrrr!
 
Cuando llegó la noche, apagaron las luces de la casa y también las del monstruo blanco, me dijeron que no fuera a acercarme por ningún motivo al "árbol de navidad"
 
Recordé que habían llegado con un árbol, pero no, ese no podía ser un árbol, decidí vigilar toda la noche y estar pendiente que el monstruo no nos hiciera daño.... (CONTINUARÁ)


 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

El sillón

Me había portado muy pero muy bien, hasta que me subí al sillón de la sala. ¡Muy afelpado! ¡Muy cómodo! Entonces me quedé dormida y nadie me dijo nada.
 
Después, jugando con lo afelpado del sillón ¡le di unas mordiditas a la tela! ¡le hice un agujero!
 
¡Oh oh! supe de inmediato que me iban a regañar, fue un descuido porque esa tela es muy bonita y yo sólo estaba jugando con ella.
 
Antes de que me dijeran algo, le avisé a Angie; no ladré, fue un sonido diferente para llamar su atención. Ella se me acercó para preguntarme por qué estaba llorando y cuando vio el agujero se enojó conmigo. Sólo que no me castigaron porque avisé lo que había hecho.
 
¡Guarf... guarf! ¡Lo siento, fue un accidente! ¡Prometo portarme bien!

 

sábado, 28 de noviembre de 2015

La araña

Jugando en el jardín me encontré una araña. Yo quise jugar con ella, pero ella corría; bueno, no como yo, pero como tiene tantas patitas camina muy rápido y parece que corre. ¡Wow! yo solo tengo cuatro patas.
 
La seguí, quise acercar una de mis patitas para que no me tuviera miedo, pero ella seguía evitando jugar conmigo; se subió a la cerca que da a la calle.
 
Yo quise asomarme, pero soy muy chiquita, me recargué con mis patitas delanteras en el cerco y ya no la vi. Lalo se acercó y me preguntó qué era lo que yo veía y se asomó. Él sí la vio y me dijo que no debía jugar con las arañitas, porque algunas pueden picarme muy feo. ¡Oh oh! ¡Yo no sabía eso!
 
Creo que no debo de jugar con las arañas y alejarme si veo una por ahí.
¡Guarf... guarf! ¡Cuídado con las arañas!

jueves, 26 de noviembre de 2015

¡Día de dar gracias!

Hoy me desperté con mucho ruido en casa; todos estaban en la cocina y yo me acerqué para estar con ellos. Luego, mi naricita detectó ricos olores de comida.

¡Escuché que estaban preparando pavo para cenar!
Todos estaban muy contentos; dijeron que era el día de dar gracias por todas las cosas buenas que tenemos.

Yo me puse muuuy feliz porque tengo muchas cosas bonitas por las que puedo dar gracias: mi familia, mi casa, el jardín , mi frazada, el parque, mis jueguetes, mis deliciosas croquetas ¡¡ y tantas otras cosas!!

Ya por la tarde todos se sentaron a la mesa, y yo me quedé cerca. Los niños agradecieron tenerme a mí, y yo dije ¡Guarf... guarf!, para decirles que yo también agradecía tenerlos, pero todos se rieron.
Pensé que iba a comer mis deliciosas croquetas ¡pero me dieron un trocito de pavo! Mmmmm, ¡el pavo es delicioso!

¡Todos los días pueden ser día para agradecer y también para comer trocitos de pavo! ¡Guarf... guarf!

 

sábado, 21 de noviembre de 2015

¿Tormenta?

Desperté por el ruido; lo escuchaba por todos lados, como si las cosas se cayeran o se golpearan, me dio muchísimo miedo, y con cuidado fui a buscar por todos los rincones y no encontré nada.
Quise salir a jugar y no me dejaron porque había tormenta.
¿Qué es eso? imaginé que así se llamaban los ruidos; dijeron que llovía mucho,  que además hacía aire y frío afuera. Quise asomarme por la ventana y no alcancé a ver nada, pero de pronto, otra vez el ruido que me asustó mucho... Yo corrí a esconderme debajo del sillón. Ese ruido se llama "trueno" alcancé a escuchar.
¡Oh... oh! Yo no quería salir de mi escondite porque el trueno era muy fuerte y se escuchó varias veces. Lo bueno, es que Angie se dio cuenta, me puso mis croquetas cerca, y al salir a comer un poco de donde estaba, me abrazó y me puso una frazada calientita para que yo me echara ahí.

¡Guarf....guarf! No me gustan las tormentas, pero ¡sí me gusta la frazada, las croquetas y los abrazos!

jueves, 19 de noviembre de 2015

El circo

Los niños fueron al circo; llegaron muy contentos platicando todo lo que habían visto. Cosas nuevas que yo desconocía y me emocioné mucho con las historias que estaban contando.
Hombres que los hacían reír con piruetas y caras pintadas, otros saltando cuerdas en lo alto de las carpas, otros jugando con animales que hacían cosas como brincar entre aros.
Yo puedo hacer muuuuchas cosas también, a veces los hago reír, sobre todo cuando me lanzan la pelota y corro tras ella y me doy un tropezón. Puedo saltar, solo que no tengo aros. Caminar por una cuerda en las alturas... ¡ups! creo que eso no lo voy a poder hacer nunca.
También traían palomitas y unos collares de colores que brillan en la oscuridad.
¡Wow! ¡debe ser maravilloso un circo, estoy feliz de que ellos estén felices!
¡Tal vez algún día me lleven y yo pueda ver tooodo eso!
¡Guarf...guarf! ¡Me gustaría ir a un circo!




lunes, 16 de noviembre de 2015

Jugar y jugar

¡Todos los días despierto con ganas de jugar! En cuanto siento el sol, mis patitas empiezan a estirarse... para adelante y para atrás; una, dos y hasta tres veces hasta que me siento lista para correr.

Entonces le aviso a la familia que ya amaneció, empiezo a correr por todos lados para que se apuren, voy de una habitación a otra por la casa hasta que los veo salir a tiempo, unos a la escuela y otros al trabajo.
 
Yo me quedo en el jardín a disfrutar del pasto: juego, brinco, descanso a ratos y sigo jugando. Mis días son muuuuy maravillosos, porque además me dejan mis croquetas de pollo, y luego vuelven los niños y entonces jugamos de nuevo.

¡Jugar me hace muy feliz! ¡Guarf...guarf!


martes, 10 de noviembre de 2015

El parque

Además de mi casa, el parque es el mejor lugar del mundo. Puedo jugar, correr, oler tierra y árboles, jugar con Lalo y otros niños. A veces hay mucha gente y hasta música. Es como una fiesta porque el parque es un lugar para ser feliz.
 
Lo último que me pasó fue que otros perritos se acercaron a jugar conmigo ¡wow! ¡fue súper! Al principio tuve un poco de miedo, pero ellos fueron muy amables, había varios de diferentes razas, tamaños, pelajes; todos dijeron sus nombres pero yo los olvidé. Nunca había jugado con otros perritos, disfruté mucho tener amigos por un ratito.
 
Por eso quiero volver al parque todos los días.
 
¡Guarf... guarf! ¡Me gusta mucho el parque!

 

lunes, 9 de noviembre de 2015

Lluvia

El domingo me llevaron al parque, ¡es lo que más me gusta de todo el mundo! Fuimos todos, hasta llevamos mi pelota. En el parque es más fácil correr por ella, hay muuucho espacio para todos lados.
 
Mientras jugábamos, sentí una gota de agua en mi naricita, ¡ups! no supe cómo llegó, volteé a todas partes y no vi nada. Seguí corriendo y otra vez una gota de agua, luego otra, y otra más.
 
De la nada cayeron muchas gotas de agua, yo no pude esconderme en ningún lado. Los niños estaban muy contentos, dijeron que era lluvia y que les gustaba mojarse.
 
¡Oh oh! No me gusta mucho el agua, pero estaban tan divertidos que yo también disfruté de jugar mojándonos.
 
Apenas me empezaba a gustar cuando dijeron que debíamos irnos rápido a casa para no mojarnos más porque después podemos enfermarnos. Todos corrimos a casa pero cuando llegamos yo estaba como si me hubieran bañado.
 
La lluvia es divertida ¡Guarf... guarf!

domingo, 8 de noviembre de 2015

La pancita

¡Oh oh! algo tiene mi pancita; de pronto sentí un dolorcito, y luego otro y luego otro más fuerte. No pude levantarme. A los niños les extrañó que no quisiera jugar, tampoco pude ladrar.
Todos se preocuparon y me llevaron con el Dr. Pacoma, yo le tuve miedo porque la última vez que lo vi me puso una inyección que me hizo llorar.
El Doctor preguntó qué había comido y Angie respondió que las croquetas de siempre; olvidó decirle que también mordí esa mañana un tapete, un calcetín, una pelota y algo de pasto que me comí sin querer, ¡ah! también una galleta que se le cayó a Lalo, y una de esas florecitas del jardín. Creo que Angie no se dio cuenta de todo eso.
¡Oh oh! debe ser por todas esas cosas que comí por curiosa que me duele mi pancita, lo bueno que el doc dijo que  con unas pastillitas estaría mejor y no hubo necesidad de inyectarme. Prometo portarme mejor y sólo comer mis croquetas... bueno, lo intentaré....
¡Guarf guarf!




viernes, 6 de noviembre de 2015

Jut-bol

Los niños salieron a jugar a la calle. Yo quise seguirlos pero no me dejaron. Corrían tras una pelota más grande que la mía, y gritaban "gol" a cada rato.
 
Luego, los niños de las casas de a lado se unieron y los gritos de alegría eran muchos. Yo estaba desesperada por salir y unirme, así que brinqué muy alto muchas veces para saltar la cerca, pero no lo logré.
 
Angie se acercó, abrió la puerta y me acompañó a la calle a unirme con los niños, eran dos grupos que corrían por atrapar la pelota, pero yo soy muy buena en eso, porque siempre juego a atraparla, así que me metí entre ellos y con mis patas llevé la pelota a Lalo y él, apuntó a lo que dijo era una portería invisible y con toda su fuerza lanzó la pelota para luego gritar ¡gooooooool!
 
Me abrazó porque dijo que yo había ayudado y con ese gol le ganaban al otro grupo. Ese juego se llama "jut-bol" bueno, eso entendí y es muuuuy divertido correr tras la pelota.
 
¡Guarf guarf! ¡Me gusta el jut-bol!

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Las palomas

Angie me puso la correa y me llevó a pasear por el vecindario. Yo estaba muuuuy contenta.... ¡di varios saltos de alegría!
Yo quería oler todo lo que encontraba: la tierra, las piedritas, los postes, ¡wow! estaba muy emocionada conociendo la calle y de pronto, vi a unos animalitos que no había visto antes, quise correr pero no pude, recordé que traía mi correa, Angie dijo que eran palomas.
¿Palomas? ¡wow! estaban comiendo algo del suelo; así que agarré fuerzas y corrí a ellas soltándome de la mano de Angie. Corrí muy feliz hacia las palomas que al ver que yo me acercaba volaron todas al mismo tiempo.
¡Wow! ¡yo no puedo volar!
Me detuve y entonces Angie alcanzó la correa pero se tropezó en ese momento y cayó con las piernas al cielo. Ella se rio un poco, y a mí se me hizo divertido que se riera; dijo que era peligroso que yo corriera por la calle, ¡Lo bueno es que no se hizo daño! aunque ya no supe qué comían las palomas porque no vi nada en el suelo.
¡Me gusta pasear y también las palomas! ¡Guarf.... guarf!

 

lunes, 2 de noviembre de 2015

Olvido

Lalo olvidó la calaverita al momento de recitarla frente a sus compañeros; volvió muy triste de la escuela y no quería jugar. Yo estaba muy contenta porque él dedicó sus versos para mí, quise decirle que era muuuuuy inteligente y especial porque no cualquiera logra hacer grandes cosas como los versos que me compuso, bueno, la calaverita que compuso para mí.
Él se quedó sentado en el jardín, quise decirle que era el mejor y lo único que se me ocurrió fue llevarle mi pelota.
Primero no me hizo caso, pero yo insistí, acerqué mi pelota de nuevo, entonces él la aventó y yo corrí por ella, él volvió a aventarla y yo la atrapé varias veces, luego él empezó a reír.
Así estuvimos jugando toda la tarde juntos.
¡Lalo es mi mejor amigo! y olvidar las cosas no es tan malo, porque él olvidó jugando conmigo el mal rato que pasó en la escuela. ¡Guarf... guarf!


viernes, 30 de octubre de 2015

Calaveritas

A los niños les pidieron una "calaverita" de tarea. Yo pensé en huesos y me asusté, quise esconderme, ellos estaban muy animados escribiendo. Lalo dijo que iba a hacer una para mí. No entendí mucho y me fui a jugar. De ratito me llamaron y corrí a reunirme con ellos.
Lalo dijo muy contento que ya la tenía y empezó a decir:
Este día de muertos
La calaca pasó a mi casa
quiso llevarse a Callie
de las orejas y las patas
Pero Callie muy valiente
defendió toda la casa
La calaca sólo se llevó
las pulgas y las garrapatas
¡WOW! ¡No sabía que las calaveritas son versos para el día de muertos! Lalo debe de recitarla en su clase,  ¡¡¡yo estoy muy feliz que la haya escrito para mí!!!

miércoles, 28 de octubre de 2015

Cuando sea grande...

Ya me dio miedo el Halloween ¡y mucho! Mejor voy a pensar en otras cosas, como en mis vacunas, mis galletas o en la vida que tengo ahora que soy adoptada.
Me divierto mucho con mi familia y los amiguitos que puedo tener de vez en cuando, las lagartijas son divertidas, las pulgas y las garrapatas no, tampoco los gatos.
Creo que me gustaría que hubiera otro perrito en casa para jugar tooooodo el día en el jardín.
Cuando sea grande, voy a ayudar a que otros perritos sean adoptados, ese es mi super-mega-sueño, además, voy a hacer lo posible porque en Halloween los perritos podamos pedir croquetas, zapatos, pelotas y muuuuchas galletas.
¡Ya quiero ser grande!
¡Guarf... guarf!



martes, 27 de octubre de 2015

El gato

Estaba dormida soñando con galletas y croquetas, de pronto escuché algo que me puso en alerta, mi instinto perruno se levantó a buscar lo que escuchaban mis orejitas.

Alguien lloraba pero no eran los niños; yo me asusté mucho, pensé que era el hombre lobo aullando y corrí a despertar a Angie.

Un poco dormida se levantó y se quedó un ratito conmigo y entonces… otra vez se escuchó ese llanto y mis patitas empezaron a temblar.

En eso me abrazó diciendo que era un gato maullando pero que no pasaba nada, que los perritos siempre le ganamos a los gatos.
 
 

Me quedé tranquila y entonces volví a dormirme, ¡seguí soñando con mis croquetas!

¡Guarf…. Guarf!

lunes, 26 de octubre de 2015

Cuentos de terror

Ayer quedó todo listo para Halloween, los disfraces de los niños y sus calabazas para pedir dulces. Yo no dejé que me pusieran el disfraz, ladré un poco para decirles que no me gusta.
 
Empezaron a platicar de la noche del día de brujas; de las fiestas, los disfraces y los cuentos de terror. Dijeron algo sobre una mujer que llora mucho por sus hijos, de un hombre que tiene colmillos y chupa sangre y de otro hombre que se hace lobo con la luna llena.

Justo en esa última historia, cuando empezaron a aullar como lobos, yo sentí mucho miedo, les empecé a ladrar para que se callaran, y como todos se rieron de mí, decidí irme al otro extremo de la casa para no escucharlos.

Cuando estaba solita, otra vez tuve miedo porque me acordé de los cuentos y mejor regresé a estar cerca de mi familia, pero eso sí, no dejé de ladrar; cuando me callaron, me quedé echada con mis patas intentando tapar mis orejitas para no oír nada. Creo que dio resultado, a los pocos minutos todos nos fuimos a dormir, yo volví a tener miedo cuando las luces se apagaron.

¡Guarf... guarf! ¡No me gustan los cuentos de terror!

viernes, 23 de octubre de 2015

¿Halloween? ¿Día de muertos?

Los niños están contentos porque se acerca el día de brujas y saldrán a pedir dulces, deben ir disfrazados; Lalo irá como pirata, Dina como una calabaza. Ellos quieren que los acompañe pero yo no quiero ponerme esa capa ni el sombrero de brujita porque me molesta en mi pelaje. Además, yo no como dulces, como croquetas y a veces, "por error", algún zapato que me encuentre cerca.
 
Halloween es para pedir dulces, y luego se celebra Día de muertos, también piden calaveritas de dulce pero a mí me da mucho miedo las calaveritas y los disfraces.
 
Me gustaría muchísimo que hubiera un día para pedir croquetas, zapatos y pelotas, entonces yo saldría a celebrar muy contenta.
 
Olvidaba decirles que celebro las dos fechas porque nací muy cerquita de Estados Unidos, pero vivo en México, o sea, que a veces ladro en español cuando le hago ¡Guarf... guarf! y en inglés le hago ¡warf... warf!
 
¡No me gustan los dulces, pero me encantan las fiestas!

jueves, 22 de octubre de 2015

La pulga

Jugando en el jardín un animalito muy chiquito, redondo y saltarín se acercó a mí; me saludó muy amable y se ofreció a jugar conmigo. ¡A mí me encanta jugar y tener amigos! sin dudarlo le dije que sí.
 
Me sugirió jugar a las escondidas y la idea me gustó mucho, aunque por ser tan pequeñito iba a ser difícil encontrarlo. Mi amiguito para facilitarme el juego, se escondería arriba de mí y acepté muy contenta.
 
Cuando se escondió entre mi pelaje, me dieron ganas de rascarme cerca de mi orejita, y al hacerlo mi amiguito me decía: "estás cerca", después tuve comezón por otro lados y luego por todo el cuerpo. Varias veces dijo: "estás cerca" pero yo ya no quería jugar con tanta comezón.
 
Angie vio que me estaba rascando y se acercó a revisarme por todos lados y gritó: ¡una pulgaaaaaa!
 
Me bañaron de inmediato; a mí ¡no me gusta mucho el agua! Ya no supe de mi amiguito, pero la comezón se me quitó después del baño. ¡Tal vez bañarse no es tan malo! Aunque no me explicaron qué es una pulga.
 ¡Guarf... guarf! ¡No me gusta que me bañen!

martes, 20 de octubre de 2015

La cola

¡Hoy descubrí que tengo cola!, creo que estoy creciendo, porque antes no podía verla como ahora; primero pensé que alguien me estaba siguiendo, pero me quedé quieta y a cada uno de mis movimientos, luego se movía conmigo. Al voltearme alcanzaba a ver la punta afelpada, intenté alcanzarla un par de veces, pero terminé corriendo en círculos sin alcanzarla nunca ¡eso me puso triste!
Los niños se rieron de mí, sentí un poquito de pena pero vinieron a jugar conmigo mientras me explicaban que era mi colita. Una parte de mí que no supieron decirme para qué sirve.
¿Para qué servirá la cola de un perrito?, en mi caso creo que ¡para verme más bonita! o para correr en círculos, porque ¡¡no he dejado de intentar alcanzarla!!
Sí lo logro... se los cuento... ¡guarf, guarf!

domingo, 18 de octubre de 2015

El virus del pavo

¡AUCH! ¡Me duele mucho!
Hoy me llevaron al Doctor, y él me estaba agarrando mi patita, y hablaba muy bonito y de pronto ¡zaz! una agujota para vacunarme, no lo pude evitar y me puse a llorar.
Después: ¡Grrrrr! le gruñí para defenderme, pero dijo que debía hacerlo para que yo no me fuera a enfermar del “pavo-virus”, yo conozco a los pavos, pero no a los virus, ¡debe ser algo muy malo! pero le volví a gruñir.
 
Camino a casa, me explicaron que era para no enfermarme.
¡Auch! Sigue doliendo, pero no quiero tener el virus del pavo, así que aunque no pueda evitarlo, trataré de no llorar para la próxima y de no gruñirle a mi Doc.
¡Guarf…. Guarf! ¡no me gustan las vacunas!

viernes, 16 de octubre de 2015

Otros países

Hoy supe de otros países como  España, Ecuador y Colombia;  lugares que están muuuuuy lejos. Yo no he viajado, me gustaría muchísimo subirme a un avión y conocer lugares nuevos, sobre todo, los parques de todo el mundo
 
¿Me pregunto cómo ladrarán los perritos en otros países? ¿Tendrán croquetas de pollo como las mías que están deliciosas?
 
¡Wow! ¡Ojalá alguien me diga cómo son las cosas por allá!
Yo soy Callie, una cachorrita adoptada, algo curiosa. Vivo en México, y ¡me encanta jugar a la pelota!
 
¿Existirán los perritos en la luna?
¡Callie se siente pensativa imaginando perritos de otros países!
¡Guarf...guarf!




miércoles, 14 de octubre de 2015

Las cosas simples

Aprendo mucho cuando la televisión está encendida; ayer, hablaban de las cosas simples de la vida para estar contento.

Dijeron que hacer una lista ayuda a reconocerlo, así que hice mi lista:

1.       Soy feliz con mi familia

2.       Cuando voy al parque

3.       Jugar a la pelota y con los zapatos

4.       Mis amigos, como la lagartija y y otros perritos que viven cerca

Es una lista corta pero es todo lo que me hace feliz, bueno, también cuando me dan croquetas de pollo, ¡saben deliciosas!

Entonces entendí que ¡es muy fácil ser feliz!

¡Guarf… guarf!

martes, 13 de octubre de 2015

El tapete de motitas

Está en la sala, justo debajo de la mesa de centro. A mí me gusta mucho ese tapete, está afelpado y cómodo. Cada que puedo voy y me quedo echada encima de él.
 
Hace días, estaba jugando con la pelota y en el correr y atrapar, sin querer, desprendí una motita, entonces esa bolita afelpada se convirtió en mi pelota. Yo estaba muy divertida porque jugaba con las dos.
Al poco rato, otra vez por accidente, desprendí una segunda motita y me entusiasmé mucho más con las tres pelotas.

Cuando Angie llegó puso esa cara cuando no entiende mis juegos. Me mandó por un rato al jardín con la pelota de plástico y ella se quedó con las motitas.
Cuando regresé a la sala, las motitas ya estaban otra vez pegadas al tapete, ¡no sé cómo lo hizo! ¡Wow! ¡Tal vez es como magia!

Me tuve que conformar con seguir jugando con una sola pelota, pero por eso me quedo echada en este tapete... por si alguna motita ¡se desprende de nuevo!
¡Guarf....guarf!

miércoles, 7 de octubre de 2015

Los humanos y los animales

Ayer, Angie leía el periódico en voz alta, yo estaba echada cerca, solo disfrutando estar ahí. Las noticias que leía eran todas tristes.
Soy muy chiquita pero no puedo entender cómo los humanos hacen cosas malas cuando tienen un maravilloso mundo para disfrutar.
Yo iría al parque todos los días y comería galletas a cada rato. Hay muchas cosas que no puedo hacer, pero los humanos pueden hacer lo que quieran, lo malo es que en esa libertad de no traer correa como yo, hacen muchas cosas malas.

¡No me gustan los periódicos! Yo siempre me porto bien, cuando no traigo correa, soy un poco traviesa, a veces un poqui-mucho, pero no le haría daño ni a las moscas... Me gusta jugar  con todos los animalitos que me encuentro.

Creo que somos muy diferentes... ¡guarf...guarf!
 

lunes, 5 de octubre de 2015

La lagartija

Ayer salí al jardín y me topé con una lagartija. Me gusta jugar con otros animalitos así que aproveché la oportunidad de que me dejaron salir a estirar mis patitas. Estaba muy divertida corriendo detrás de ella, que olvidé respetar el césped y los geranios, brinqué por donde pude queriendo alcanzar a mi amiguita pero ésta se movía con mucha facilidad, incluso ¡puede subir por las paredes!
¡Wow! Quedé muy impresionada, yo no puedo hacerlo, le dije que no podría seguirla y entonces la lagartija bajó y seguí corriendo detrás de ella.
Estaba tan ocupada en mi juego que no escuché cuando Angie salió al patio, lo único que escuché fue el grito que pegó gritando ¡una lagartija!, la vi correr hacia adentro y llamarme a gritos para que me alejara del peligro.
No pude entender a qué peligro se refería, es un animalito indefenso que sólo estaba jugando conmigo, no sé qué la asustó tanto. Lo bueno es que del susto no me dijo nada por el relajo que hice en el césped.
Mi amiga se fue, pero dijo que volvería, y yo, no tuve más remedio que obedecer y meterme a casa.

domingo, 4 de octubre de 2015

De las cosas que no entiendo...

Ayer Angie llegó quejándose de dolor en sus pies. Se puso unas zapatillas altísimas para ir a trabajar y  estuvo parada por mucho tiempo. ¿Ya les dije en qué trabaja? no sé exactamente qué hace, pero casi siempre lleva zapato de piso.
 
Me pregunto por qué llevarse zapatos altos para que después le duelan mucho los pies. ¡En serio!, lo peor de todos es que al final no me llevó al parque como era el plan porque estaba muy cansada.
 
No entiendo para qué usar algo que causa dolor, mientras a mí no me causa ningún problema jugar con los zapatos.
 
Tal vez ella debería dejar que los zapatos ¡sean mis juguetes! ¡Yo sería muy feliz y a ella no le dolerían sus pies! ¡Guarf, guarf!

sábado, 3 de octubre de 2015

Cuando sea grande

Ayer vinieron unos niños a casa, amiguitos de Dina y Lalo; todos jugaban conmigo y yo estuve muy contenta.

Angie les preguntó qué serían cuando fueran grandes y todos dijeron cosas como "doctor, bombero y policía" excepto una niña muy linda dijo que ella sería "blogger" porque el mundo necesita de personas que digan las cosas que están mal y porque le gustan las computadoras.
 
Yo estaba esperando que me preguntaran a mí, pero no lo hicieron, igual decidí ser "blogger", aunque soy una cachorrita también sé algunas cosas que están mal. Hay una computadora en casa, pero, ¡me gustan más los zapatos!
 
Algunas cosas que le diría al mundo es que los humanos deben adoptar  más animalitos, y tener más días sábados ¡para ir al parque!

También me gustaría cantar, o ser comedora profesional de croquetas de pollo o de zapatos.
¡Guarf... guarf! ¡ya me dio hambre!

jueves, 1 de octubre de 2015

¿Chiles jalapeños?

En ocasiones ser curiosa no es lo mejor que puede pasarme. ¡Quiero saber todo! y a veces me meto en problemas.
 
Angie llegó a casa muy contenta a cocinar, yo jugaba con el tapete cuando mi naricita percibió un aroma delicioso. La escuché decir que preparaba pollo con una salsa de chiles jalapeños; conozco el pollo, mis croquetas tienen eso, ella lo menciona cada que sirve mi platito: para ponerme "grande y fuerte", ¡si ya lo soy!
 
Yo merodeaba por la cocina, a veces me deja estar adentro de la casa, y por el asunto de las garrapatas no había salido al jardín. En el suelo agarré algo, y me escondí para jugar con él, pero me empezó a arder el hociquito mucho, no pude evitarlo y empecé a llorar.
 
Angie se acercó a verme, me encontró detrás del sillón, jugando con lo que dijo era un rabito de chile jalapeño. Yo no sabía que podía sentir ese ardor, así que no vuelvo a jugar con los chiles., ¡no me gustan!
¡Guarf... guarf!

miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿Garra-patas?

La historia de las garrapatas es muy cómica; yo salí al jardín, cerca de los arbustos un animalito pequeñito me pidió subirse para llegar más rápido a la otra esquina del patio. Fui como su taxi, y luego ya no supe de él. Algo me picaba mucho cerca de mi orejita, así estuve unos días hasta que Angie al revisarme por qué me rascaba tanto gritó como loca ¡¡¡¡garrapatas!!!!
Yo conozco las patas... tengo cuatro, pero ¿qué son las garrapatas?
 
Me lo explicarían más tarde, cuando mi pelaje fue recortado en una "estética canina", ese animalito que me pareció tan bueno, estaba pegado a mi piel... Escuché decir que son muy malos y que se alimentan de sangre. Oh oh... no me dejaron salir al jardín por varios días y yo, para divertirme un poco, en un descuido, agarré un zapato de Angie y me puse a jugar con él.
¡Creo que lo mordí un poco! ¡No pude evitarlo! ¡Me gusta jugar con los zapatos! ¡Guarf... guarf!

martes, 29 de septiembre de 2015

Mi mejor día

Apenas lo recuerdo, estaba pequeñita, pero ha sido el mejor de todos: el día en que me adoptó mi familia.

Antes de eso viví en otra casa muy bonita; ellos han cuidado por muchos años a mi mamá, ella es de raza mixta, igual que yo, éramos muchos y tuvieron que buscar hogares que quisieran cuidarnos.

Así es como llegué con Angie, sus hijos Dina y Lalo se han convertido en mis mejores amigos, su papá es muy serio pero creo que también le agrado, yo le digo el Sr. P. porque su nombre no me gusta, es muy largo y siempre se me olvida.
 
No puedo evitarlo, me gusta morder zapatos y eso ha ocasionado algunos problemitas, pero nada de cuidado.
 
Ya les contaré poco a poco cómo son mis días y ¡mis travesuras!
¡Guarf...guarf! ¡Hasta pronto!