¡Oh oh! algo tiene mi pancita; de pronto sentí un dolorcito, y luego otro y luego otro más fuerte. No pude levantarme. A los niños les extrañó que no quisiera jugar, tampoco pude ladrar.
Todos se preocuparon y me llevaron con el Dr. Pacoma, yo le tuve miedo porque la última vez que lo vi me puso una inyección que me hizo llorar.
El Doctor preguntó qué había comido y Angie respondió que las croquetas de siempre; olvidó decirle que también mordí esa mañana un tapete, un calcetín, una pelota y algo de pasto que me comí sin querer, ¡ah! también una galleta que se le cayó a Lalo, y una de esas florecitas del jardín. Creo que Angie no se dio cuenta de todo eso.
¡Oh oh! debe ser por todas esas cosas que comí por curiosa que me duele mi pancita, lo bueno que el doc dijo que con unas pastillitas estaría mejor y no hubo necesidad de inyectarme. Prometo portarme mejor y sólo comer mis croquetas... bueno, lo intentaré....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario