Los niños están contentos porque se acerca el día de brujas y saldrán a pedir dulces, deben ir disfrazados; Lalo irá como pirata, Dina como una calabaza. Ellos quieren que los acompañe pero yo no quiero ponerme esa capa ni el sombrero de brujita porque me molesta en mi pelaje. Además, yo no como dulces, como croquetas y a veces, "por error", algún zapato que me encuentre cerca.
Halloween es para pedir dulces, y luego se celebra Día de muertos, también piden calaveritas de dulce pero a mí me da mucho miedo las calaveritas y los disfraces.
Me gustaría muchísimo que hubiera un día para pedir croquetas, zapatos y pelotas, entonces yo saldría a celebrar muy contenta.
Olvidaba decirles que celebro las dos fechas porque nací muy cerquita de Estados Unidos, pero vivo en México, o sea, que a veces ladro en español cuando le hago ¡Guarf... guarf! y en inglés le hago ¡warf... warf!
¡No me gustan los dulces, pero me encantan las fiestas!
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