Además de mi casa, el parque es el mejor lugar del mundo. Puedo jugar, correr, oler tierra y árboles, jugar con Lalo y otros niños. A veces hay mucha gente y hasta música. Es como una fiesta porque el parque es un lugar para ser feliz.
Lo último que me pasó fue que otros perritos se acercaron a jugar conmigo ¡wow! ¡fue súper! Al principio tuve un poco de miedo, pero ellos fueron muy amables, había varios de diferentes razas, tamaños, pelajes; todos dijeron sus nombres pero yo los olvidé. Nunca había jugado con otros perritos, disfruté mucho tener amigos por un ratito.
Por eso quiero volver al parque todos los días.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario