No sé porqué pero el sol se escondió en los últimos
días, no ha salido a brillar y a mí no me dejan salir a jugar.
¡Guarf, guarf! Me
paré de patitas en la puerta que da al patio y nada, no me dejaban salir, me
dijeron que había mucho aire. Que se estaba acercando el Otoño.
¡Guarf, guarf! ¡Grrrrrrr! Insistí.
Angie me abrió la puerta y me dijo de nuevo que hacía
muuuuucho aire.
Cuando salí al patio, apenas intentaba correr y algo
me alborotó todo mi pelaje, mis patitas se tuvieron que aferrar al piso porque
parecía que iba a elevarme. ¡Grrrrrrr! Le gruñí al aire para que me dejara,
pero no pude moverme, y en ese segundo Angie me abrazó para llevarme dentro.
Quise darle un beso, y ella al verme empezó a reírse….
¡El aire me había despeinado toda! ¿despeinada? ¡Guarf, guarf! ¡El aire no me
gusta! ¡Aunque al parecer, despeinada también me veo bien bonita!