¡Hoy jugué toooodo el día! Los niños se fueron a la escuela y Angie recibió visitas, así que me dejó salir al jardín. Estuve corriendo y saltando, buscando amiguitos nuevos entre las plantas hasta que me sentí muy cansada.
Busqué un poco de agua y descansé un rato, pero el jardín me llamó otra vez con ese olor de las flores que perfuma toda la casa y no pude evitar salir de nuevo.
Un pajarito se posó en la cerca y estuvo cantando por un rato, estoy segura que es su forma de querer ser mi amigo, así que le agradecí su canto con varios brincos hasta que se fue volando.
Cuando llegaron los niños de la escuela, quisieron jugar conmigo, pero yo, solo quería descansar.
Entendí que no siempre tenemos buen ánimo para jugar, porque descubrí que jugar a veces cansa!!